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Mexicali, Baja California, Mexico
Historiador por la Universidad de Guadalajara y El Colegio de Michoacán, con un breve momento oscuro en El Colegio de la Frontera Norte. Nacido en Durango, criado y creado entre Ensenada, Ameca y Guadalajara, y ahora radico en Mexicali: es decir un jalisquillo fronterizo de origen duranguense, pero no bailo pasito duranguense (mucho menos tribal).

Lo que leo

Una antología de artículos y capítulos de Gilberto Giménez, principalmente sobre identidades, para una clase de maestría, pero sobre todo para escribir una introducción a mi próximo libro que titularé: Identidades históricas en las Californias.

jueves, 30 de marzo de 2006

Brokeback Mountain: la esperanza.


Estoy de acuerdo en que la película nos refleja una tierna y muy humana historia de amor, que en realidad cualquiera debería disfrutar, como podemos disfrutar todas esas viejas historias de amor “normal”, pero tampoco puedo negar que ese sentimiento de frustración es cada vez mayor, a pesar de la paradoja de que la denominada cultura gay cada vez esta ocupando mayores espacios públicos, pero siempre y cuando te mantengas en lo chistoso, recuérdese a Jack en William & Grace o el diseñador de aparadores de Mi novia es un maniquí. Si se puede caricaturizarlos, entonces es posible discriminarlos, golpearlos, asesinarlos, “ni los veo, ni los escucho”.

Pero si los “maricones” son dos vaqueros hoscos y rudos, pues la verdad ya es atentar contra las buenas costumbres. Algunos dicen que lo importante es que puedan existir Brokeback Mountain, pero recuerden que es una zona de refugio, no el paraíso lunamielero de cualquier heterosexual, sino un espacio no propio en el cual se busca expresar lo prohibido, ellos no escogieron su Brokeback Mountain, como muchos no lo hemos hecho, sino que es el único recurso que nos han dejado, y por tanto mi reflexión era que si realmente existe ese espacio de libertad o es sólo un recurso de la imaginación para evadir la realidad como en El hombre de La Mancha o en Brasil, Jack y Ennis no se ganaron su Brokeback Mountain, porque recuérdese que plantean la posibilidad de huir al México mítico, ni siquiera le permitieron a Jack que sus cenizas se esparcieran allí, el personaje del padre fue contundente, él tenía un espacio en su familia, la que lo controla y castra, hasta en la muerte.

¿Dónde está el Brokeback Mountain de cada uno de nosotros? Mi temor es que no existe ninguno, y eso fue lo que más me dolió de la película. Mucho se ha dicho de los derechos humanos, de los derechos a la diversidad sexual, pero en el fondo sólo hemos alfombrado el infierno.

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