Pues la vida me ha llevado hasta cumplir 48 años de larga y próspera existencia. Este año decidí festejar mi cumpleaños en la tierra donde nací hace tiempo, es decir, en Durango, Durango. Tierra de alacranes o de animales rastreros que pican con la cola... Me pasé el mes de vacaciones entre la vida hogareña con mis tíos, paseos por la ciudad y visitas a la feria, con breves recorridos por el mundo ganadero, el de adeveras, con vaqueros y ganado de concurso... Por primera vez en muchos años decidí visitar museos, y fue una grata experiencia ya que recordé lo que son los museos regionales, en antiguos palacios y casonas porfirianas, o nuevos museos como el Tunel de Mineria, a ocho metros debajo del nivel de la calle, que cruza varias cuadras (250 metros lineales), entre el palacio del arzobispado hasta la plaza de armas, frente a la catedral basilica menor... Recordé lo que es vivir en una ciudad colonial, con esos sabores diversos, con esas vistas nocturas de edificios coloniales iluminados... Un mundo de recuerdos y de nuevas experiencias, y después regresé a los 42 grados en Mexicali y al desierto urbano en un desierto natural...
P.D. A los que me felicitaron por mi cumpleaños muchas gracias, y a los que se les olvidó o no lo quisieron recordar, también... Todos y todas son parte de mi vida y estoy en paz y orgulloso de ella...
P.D. A los que me felicitaron por mi cumpleaños muchas gracias, y a los que se les olvidó o no lo quisieron recordar, también... Todos y todas son parte de mi vida y estoy en paz y orgulloso de ella...
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