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Mexicali, Baja California, Mexico
Historiador por la Universidad de Guadalajara y El Colegio de Michoacán, con un breve momento oscuro en El Colegio de la Frontera Norte. Nacido en Durango, criado y creado entre Ensenada, Ameca y Guadalajara, y ahora radico en Mexicali: es decir un jalisquillo fronterizo de origen duranguense, pero no bailo pasito duranguense (mucho menos tribal).

Lo que leo

Una antología de artículos y capítulos de Gilberto Giménez, principalmente sobre identidades, para una clase de maestría, pero sobre todo para escribir una introducción a mi próximo libro que titularé: Identidades históricas en las Californias.

viernes, 13 de noviembre de 2009

Las identidades no se construyen se viven...


Uno de los aspectos que más me emocionan en los últimos tiempos es la cuestión de la historia de las identidades regionales, así como el estudio de las identidades históricas, especialmente conjuntando las propuestas metodológicas de Carlo Ginzburg, Gilberto Giménez y Guy Rozat. Una de las conclusiones a las que he llegado en mis exposiciones frente a los alumnos es que más que hablar de la construcción de las identidades estas deben ser entendidas como formas de vida de los individuos en sus interacciones con los "otros", pero también en las disputas entre los propios "nosotros". Buscando ejemplificar de manera didáctica la importancia y la trascendencia de los referentes identitarios y como éstos están expresados en la vida cotidiana, cuento una anécdota personal y es la que la primera vez que llegué a La Paz a un congreso, me hospedé en el Hotel Perla, llegué en la tarde y desempacando mis cosas me dí cuenta que se me habían olvidado algunos artículos básicos (cepillo de dientes, pasta, etc), nada trascendente pero ya en la noche decidí salir a buscar alguna tienda o farmacia y adquirirlos.
Al salir tomé un callejón que me llevó a calles poco transitadas y un tanto oscuras, lo que me llamó la atención pensando en que estaba en una ciudad turística, seguí caminando ya que las escasas tiendas estaban cerradas, pero en un momento (que ahora entiendo es la calle principal) me encontré de pronto de frente a las puertas de una tienda Dorians: mi gusto y entusiasmo fueron tales que yo mismo me sorprendí de mi reacción, e inmediatamente ingresé a mi Dorians, a un lugar donde sabía dónde estaban las cosas, qué podía encontrar y qué no, y después de regodearme en mis referentes identitarios, de género y de clase salí con los artículos requeridos y los indispensables (por ejemplo, un perfume Game de Davidoff). Sin dudarlo, fue una de mis experiencias más gratas de mis viajes a diferentes lugares, pero sobre todo por esa sensación de certeza que descubrí al entrar a mi Dorians, y de que mi territorio identitario estaba donde pudiera encontrar mis referentes físicos y simbólicos (y que creo que también es de un "nosotros" fronterizo peninsular).
Con esta anecdota busco explicar la importancia de las identidades y sus referentes en los individuos social, cultural e históricamente determinados, pero sobre todo la trascendencia de saber "ver" aquellos indicios que nos ofrece el discurso identitario, ya sea en una entrevista, en un documento o en una clase. Así que cuando algunos alumnos se enteraron del cambio de Dorians por Sears, se preguntaron que me pasaría como ser humano con una identidad cultural vívida, y la verdad es que si me movió el tapete el hecho del cambio de nomenclatura. Así que después de pensarlo, decidí asistir a una de las que visito con más frecuencia: mi Dorians de la plaza Cachanilla, y puedo decirles que hasta ahora estoy en la posibilidad de sobrevivir, ya que es un cambio de nomenclatura, aunque si he de reconocer que no se siente lo mismo.
Pero creo que la anécdota empezará a no ser eficiente, ya que en un momento habrá una generación de estudiantes a los que que ya no sabrán a qué me refiero. Es como cuando los fans de Friends entendimos el episodio del novio adolescente de Mónica, cuando dijo "me siento Joan Collins", y él dijo "quién?". Sólo los de cierta edad entendimos las referencias implícitas, pero además el cambio generacional. Ahora no solo mis referentes identitarios están determinados por mi género, clase, sino también por la generación, y por ello las identidades las vivimos y desde ahí las explicamos y enseñamos hasta que no podamos comunicar y hacernos entender, después... Después seremos objetos de estudio de alguien más, si es que ya no lo somos...