Acerca de mí

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Mexicali, Baja California, Mexico
Historiador por la Universidad de Guadalajara y El Colegio de Michoacán, con un breve momento oscuro en El Colegio de la Frontera Norte. Nacido en Durango, criado y creado entre Ensenada, Ameca y Guadalajara, y ahora radico en Mexicali: es decir un jalisquillo fronterizo de origen duranguense, pero no bailo pasito duranguense (mucho menos tribal).

Lo que leo

Una antología de artículos y capítulos de Gilberto Giménez, principalmente sobre identidades, para una clase de maestría, pero sobre todo para escribir una introducción a mi próximo libro que titularé: Identidades históricas en las Californias.

domingo, 16 de septiembre de 2012

Guadalajara la horrible y Zamora la tranquila...


Entre 1984 y 1992 viví, estudié y sobreviví en Guadalajara, era una ciudad que era entrañable para mí, por lo que ahí hice o no hice, por mis amigos y amigas, por mis compañeros, por muchas cosas, por la pensión de la calle Pavo 181... Ahora que regresé a la reunión de la Red de Historia demográfica que se realizó en Guadalajara y me hospedé en el hotel Santiago de Compostela, junto a la capilla de Aranzazú, fue una experiencia demasiado decepcionante, en relación a la ciudad como tal, las reuniones con los colegas de la Red o con mis dos amigas entrañables Rocio y Anabel, compensan cualquier cosa... Sin embargo, no puedo olvidar cómo el centro de la ciudad está tomado por los vagabundos, quienes duermen bajo los arcos que rodean la plaza de armas, frente al palacio de gobierno estatal... Son una multitud, no se si son cientos, pero a ratos, especialmente en la noche, se perciben como demasiados, todos aglutinados para dormir en las banquetas, nadie los ve de manera directa, todos y todas seguimos dizque contemplando los edificios, pero no dejas de mirar de reojo a todas esta gente abandonada... ¿Qué fue de la siempre alineada perla tapatía?, ¿por qué muchas de las calles del centro huelen a basurero, a alimentos putrefactos?, ¿por qué se ven las casas y banquetas aceitosas de mugre?, ¿por qué demonios fumigan a las nueve o diez de la noche por las calles llenas de turistas y vagabundos?... Entre el dengue, los vagabundos, el tráfico, los olores y los bloqueos del crimen organizado, ¿dónde quedó la ciudad de mis recuerdos?, ¿dónde está la plazuela de la universidad?, ¿por qué están tomadas las plazuelas por el comercio ambulante?, ¿realmente son personas necesitadas, si en un puesto vendían camisas de manta entre precios de 500 o 600 pesos?... José Marcos y yo coincidimos que Guadalajara ya no era atractiva, pero además, ambos coincidimos que al llegar a Zamora bajó el estres y la incomodidad... En mi caso, salvo el caso de ver a los soldados deteniendo en la plaza de armas de Zamora a jóvenes que según su percepción eran "sospechosos", más sospechosos era que ellos estuvieran ahí, deteniendo a personas, amenazando a una anciana que se le ocurrió tomarles una foto, y esperando a quén sabe quién estaba en un banco local...

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Regresos y reencuentros


Hoy en la tarde vuelo desde Mexicali hasta Guadalajara, y así tendré un nuevo reencuentro con la ciudad que me vió hacerme historiador, pero también con mis amigos de la Red de Historia demográfica, o como le dicen mis alumnos, mi ComiCon... Pero también con viejos amigos y maestros... Cada vez es más evidente que mi felicidad y tranquilidad no está en Mexicali, pero hay que ganar para comer... También voy a Zamora, al Colegio de Michoacán, en junio estuve de estancia, ahora regreso como lector externo de un estudiante de doctorado, del mismo donde egresé en 2009... Esto si vale la pena...

P.D. Según los evaluadores del SNI no tengo ni la producción, ni las direcciones suficientes para continuar con ellos... Estoy en la reconsideración... ¿Vale la pena?, ¿o solo es por el dinero?