2013, un año incognita

Cada inicio de año cronológico me pasan muchos pensamientos sobre qué debo hacer, cuáles deberán ser mis prioridades, pero en este fin de año, no fue así, estaba más preocupado por disfrutar mi pozole de pollo o mi consomé de muslos de pollo, o si tengo suficientes pantalones de mezclilla, o si debo bañar a la Canela o llevarla a que la bañen... Se que tengo muchos pendientes académicos y laborales, pero ya los veo con mayor tranquilidad y me aconsejo a mí mismo: "una cosa a la vez y hasta donde pueda". Además que procuraré ser menos obsesivo con los detalles y los procedimientos de lo que hago, que a fin de cuentas, todo sale bien y en forma, la perfección es una aspiración obsesiva, y la humildad siempre es buena consejera, aunque con estos fríos, preferiría que fuera más confortable, auque no extraño los calores del verano mexicalense, que todo indica que permaneceré en esta ciudad por lo menos otros tres años más, y luego lo que el destino decida, que siempre me ha llevado a lugares, proyectos y compañías interesantes... Ya veremos que me depara 2013, por lo pronto empieza demasiado frío...