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Mexicali, Baja California, Mexico
Historiador por la Universidad de Guadalajara y El Colegio de Michoacán, con un breve momento oscuro en El Colegio de la Frontera Norte. Nacido en Durango, criado y creado entre Ensenada, Ameca y Guadalajara, y ahora radico en Mexicali: es decir un jalisquillo fronterizo de origen duranguense, pero no bailo pasito duranguense (mucho menos tribal).

Lo que leo

Una antología de artículos y capítulos de Gilberto Giménez, principalmente sobre identidades, para una clase de maestría, pero sobre todo para escribir una introducción a mi próximo libro que titularé: Identidades históricas en las Californias.

martes, 20 de enero de 2009

Tijuana la horrible, aún con la Gandhi...

Este fin de semana decidí visitar a la hermana república de Tijuana, tanto por extrañar a mis queridos amigo, por desgracia sólo tuve tiempo de procurar a algunos, pero además por que quería ir de compras en mis tiendas favoritas... Así, con toda la ilusión de un pueblerino mexicalense (upsss), me dirigí a la cosmopólita ciudad fronteriza (ombligo del mundo según Navalón & company), y pues después de un trayecto tranquilo ingreso a la zona urbana, y resulta que veo unas torres-escultura a la entrada, por la zona de las fábricas, y me decía dónde he visto algo parecido, pues nombre!!!!, pues las Torres de Satélite... Si las esculturas emblemáticas de Mathias Goeritz y Luis Barragán... No pues otro ejemplo de comopolitismo ranchero al estilo foxista, como el arco de la Revolución, compias kitch de otros símbolos arquitectónicos, no pues sí, se nota que Tijuana es el centro de la vanguardia artística contemporánea!!!!
Después pues me voy hacia mi casita de campo en la Pequeña Sinaloa (Villa Fontana, el este tijuanense), y pues el tráfico, las grandes obras para grandes baches, tanquetas, carros incendiados en la Terán, tráfico, patrullas y policías encañonando a dos muchachos por la Cucapá, obstruyendo todo un sentido de la avenida, mientras que los "civiles" sin saber qué hacer, en medio de la evidente torpeza policiaca, y más embotellamiento, carros, tráfico desesperado por llegar a un lugar seguro, y los pasajeros del camión con un gris en las facciones y en el alma... Como no hay restaurantes decentes por esas tierras, cenamos en un Burger King, y me dieron una orden para niño, y así me fui a mi casa a dormir y platicar con mi hermano el Miguel, y al llegar patrullas y bomberas a media cuadra de mi casa, y Norma me decía que mejor nos fuéramos, "pero yo voy a mi casa" decía, y ella, "qué no ves, algo pasó", en fin, llegué y pues alguien se estrelló en una calle estrecha por ir a alta velocidad (prisa, prepotencia o crímen organizado, me pregunto cuál es la diferencia?)
A la mañana siguiente me levanto temprano, si, temprano, ya que no había nada que comer en la casa, me traslado hasta Plaza Río, al Samborns, ya saboreaba el buffet de desayunos que siempre me ha gustado (si a mi me gusta), tanto en Mexicali, como en Zacatecas, Durango, Guadalajara e incluso en Mérida, y pues me quedé parado viendo la porquería de "platillos", terminando por ordenar unos huevos rancheros, pero el hambre era mucha... Todo estaba mal, nada funcionaba como yo recordaba de mis días en Tijuana, luego me compré unos lentes, iba mejorando; resolví un asunto bancario, mejor; llegué a Mixup, y todo se fue aclarando, encontré los dvd y cds que buscaba, y otros: Linkin Park, perfecto; el nuevo cd de Pink, So What!!!!!!!!!!!, mejor; dos cds de Rosario que no tenía, se me llenaron los ojos de aguita.... Con mis compras me fuí al Starbusk, capuccino y panqueque, a punto de la lágrima mientras reviso mis compras... Nada podía estropear mi día, seguía mi visita a la librería Gandhi...
Camino por la calle rumbo a la línea, el día soleado, tráfico no muy molesto, contemplo unos momentos el adefecio del Cubo, y seguí, nada podía arruinar mi día, en la Pequeña Sinaloa me esperaban unos amigos para comer, sigo caminando, veo los nuevos adefecios de las torres setenteras cerca de la línea... Gustos de ricos nuevos y rancheros, no da para más, cosmopolitismo aldeano... Llego a la Gandhi, me preparo para dejar mis compras en los anaqueles con llave que tienen en Guadalajara y el DF, y nada, me dicen que puedo pasar con mis bolsas, entro, se me hace chico, bastante chico, me ubico, a la entrada están las novedades, después lo que vale la pena... "Le podemos ayudar", me preguntan, la sección de Historia, off course, llego, todo se ve pequeño, escaso, reviso en menos de cinco minutos la "sección", un libro: Peter Burke, Qué es la Historia cultural, la edición en castellano... Sigo buscando, nada, nada... Paso a Antropología, me asusto, cuatro o cinco libros... Más deprisa, Sociología, de dar lástima... Empiezo a ver a mi alrededor, muchos clientes "viendo" estantes, muchos empleados dispuestos a ayudarte... Me pregunto, ayudarme a qué????? Varias veces se me acercan, cada vez es más evidente mi desepción... Pago y me voy...
Ya no salí de mi barrio en la Pequeña Sinaloa, me pregunto por qué quería regresar a Tijuana, en realidad me dí cuenta que era un constructo, un imaginario que nunca existió, salvo en mi mente y en la de algunos... Ahora ya sólo veo lo horrible que es y lo poco que ofrece en realidad...

4 comentarios:

northwo dijo...

Irónicamente, la ciudad de las oportunidades se ha vuelto difícil, eso nadie lo niega..., lo de los encañonados fue espantoso, pero se ha vuelto pan nuestro de cada día. Mis hijos ya saben, policías que vemos, se tienen que agachar..., no vaya siendo..., como ciudadana no puedo hacer mas que estarnos cuidando, porque ya no se sabe. Ello da mucha tristeza. Eso, independientemente de la arquitectura cosmopolita ranchera. Sin embargo, no me veo viviendo ni en Ensenada, ni en Mexicali. Quizá preferiría en todo caso Tecate...

=P Pharen Abraxas dijo...

La decepción es harta, sobre todo cuando no eres de aquí, obligada a estar en Tijuana por el estudio, ves la ciudad horrible, gris y polvorienta. Quisiera correr, pero me tengo que quedar, al menos hasta que el trabajo esté hecho. No hay más que hacer, Tijuana es una ciudad fea, y muy ilusoria.

Mario Alberto Magaña Mancillas dijo...

Lo extraño de todo es que yo hasta 2006 luchaba por regresar a Tijuana, ya que fue en esa ciudad la primera vez en que me sentí que había llegado a mi "casa"... Fue la primera vez que tiré cajas y maletas... Tengo una casa en Tijuana, pero ya no es mía, es de alguien más... Eso es lo triste...

Raulilloje dijo...

A mi me solía gustar Tijuana solo de noche, sobre todo cuando subía por la rampa de la 20 de noviembre como a las 4 o 5 de la mañana, después de una noche de copas en los diferentes antros que visitaba con la raza pesada de historia (o sea mis compas jeje).

Las Zonas que solíamos visitar eran, la turística Zona Centro y la exótica Zona Norte (jeje Pura Calidad).

Esos Joti-tours como los llamábamos eran maratónicos, iniciábamos en el Machucas para después establecernos en el Turístico hasta que nos corrieran, a veces llegábamos al Zacazonapan a bailar unas de Bob Marley... luego eran el Boby's, El Colibrí y todos los de Arcoíris, para finalizar en el majestuoso Salón "La Estrella" donde te aventabas las meras meras, o sea las cumbias andinas.

Al término de la Juerga esa subida me hacía contemplar los recuerdos de la noche que en cada ocasión recargaban un nuevo suspenso a la tragicomedia que era mi vida, y todo esto, contemplando las luces de la ciudad desde esa panorámica sinigual. Mi mejor época, no hay duda.